jueves, 15 de abril de 2010

Gastronomía: 1. Os pementos de Padrón


El pimiento de Padrón es un producto de la huerta gallega, un producto de calidad por su sabor y su textura que lo hacen diferente a los pimientos que proceden de otras zonas. Los mejores son los de Herbón, pero también los más difíciles de conseguir fuera de la comarca de Santiago.

Se empiezan a ver en el mercado en Mayo y desaparecen en Noviembre, así que durante todo el verano se puede disfrutar de ellos. Para mi son adictivos, me encantan, sobre todo los de Herbón que si saben de distinta forma, incluida la de sus vecinos de Padrón, supongo que la tierra donde se cultivan algo tendrá que ver en ello.

Hay un dicho respecto a estos pimientos que dice lo siguiente: "Os pementos de Padrón, uns pican e outros non" (los pimientos de Padrón, unos pican y otros no). No está claro de que depende que piquen, hay quien dice que del riego, y es una pequeña lotería que uno siempre juega con estos pimientos, aunque si estos son de Herbón las posibilidades se reducen bastante y hasta es posible que no pique ninguno para decepción de muchos.

La forma tradicional de consumirlos es fritos en aceite de oliva. Para prepararlos se lavan y se secan, se fríen en abundante aceite no muy caliente para que no se quemen y una vez ligeramente tostados, se escurren, se ponen en un plato y se espolvorean de sal gruesa. Está rico hasta el aceite que queda en el plato. Pueden tomarse solos, en aperitivo o en guarniciones de carne y pescado.

Qué aproveche!!!

Y si apetece ir a una fiesta realmente auténtica, cada primer sábado de agosto los vecinos y vecinas de la parroquia de Herbón fríen cientos de kilos de pimientos para los turistas que se acercan a la robleda del convento franciscano de la localidad. La degustación gratuita de los pimientos, acompañados de pan de maíz; la procesión de tractores engalanados, y las actuaciones musicales son los principales reclamos de una celebración que en octubre del 2002 consiguió el reconocimiento de Fiesta de Interés Turístico. Hace años, recuerdo que en la verbena nocturna, a las cuatro, cinco de la mañana aún seguía tocando la tercera de las orquestas contratadas para amenizar la noche, impresionante el ambiente!!!

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