Catoira, la primera parada, tiene de interesante las Torres del Oeste, las que quedan son los restos de las siete que hubo en su época y que poseían función defensiva ante el ataque de los piratas. En estas torres se celebra el primer domingo de agosto la Romería Vikinga, fiesta declarada de interés turístico internacional, en la que se rememora el papel desempeñado por Catoira en la defensa de Galicia frente a los ataques de los piratas normandos y sarracenos, que venían en busca de los tesoros de la iglesia compostelana. En la fiesta se representa el desembarco de los piratas vikingos y su lucha contra los defensores de las Torres, esta representación se completa durante las fiestas con otras actividades como representaciones teatrales, festival de música, festival de bandas y degustaciones gastronómicas.
Siguiendo por la costa, pasamos Vilagarcía y llegamos a Vilanova, aquí la parada más interesante es acercarnos a la Illa de Arousa. Se trata de una her
mosa isla de tan solo 7km2 situada en la bocana de la ría de Arousa, unida a tierra por un puente de 2km de longitud. Un menor desarrollo urbanístico que las zonas vecinas la convierte en un entorno natural muy apreciado, donde destacan las marismas y lagunas, monte y una extensa red de caminos que permite recorrer la isla admirando la naturaleza con tranquilidad. Uno de los principales atractivos de la isla son sus más de 36 kilómetros de costa y sus 11 kilómetros de playas, arenales y pequeñas y solitarias calas.La parte sur de la isla conforma el Parque Natural de O Carreirón, perteneciente al complejo intermareal O Grove – Umia – Carreirón; un lugar excepcional para la observación de aves marinas. Para ello cuenta con varios observatorios.
Salimos de la Isla y llegamos a Cambados, villa catalogada como conjunto histórico-artístico, merece la pena dar un paseo y acercarse a su centro histórico para ver la plaza, una de las más bellas de Galicia, y el magnífico Pazo de Fefiñanes. Cambados es también el centro de numerosas bodegas de Albariño, vino blanco de gran calidad con fama internacional.
La siguiente parada la realizamos en A Illa da Toxa (Isla de la Toja), una de las islas más conocidas de Galicia, famosa por su hotel balneario de lujo
y su casino. Son muy valoradas las propiedades de los fangos de la isla, hubo en su día una famosa fábrica de jabones que se elaboraban con sales extraídas de ellos . Tiene una iglesia dedicada a la Virgen del Carmen peculiar por estar completamente recubierta de conchas de vieira.Pegado a A Toxa, tenemos el pueblo marinero de O Grove, repleto de marisquerías en que probar el excelente pescado y marisco de la zona (conviene fijarse bien en los precios, pues en ocasiones la cuenta sale bastante cara). Su puerto es un buen lugar para subir a un velero o un catamarán de fondo transparente que nos llevará a dar un paseo por la ría y hasta las bateas mejilloneras; si os animáis quizás tengáis suerte y os acompañe una manada de delfines como a mi en la última ocasión en que estuve. Saliendo del pueblo, en dirección opuesta a por donde entramos, por la carretera que va a San Vicente do Mar, hay un acuario, que encanta a los niños ( y mayores) y tiene una buena muestra y representación de los distintos ecosistemas marinos gallegos. Al lado mismo del acuario hay un buen camping donde, si se decide hacer la ruta en dos días, se puede pasar la noche.
La siguiente estación es la Playa de la Lanzada, playa de las más conocidas de Galicia, situada en un entorno natural de dunas protegido, forma parte del istmo que une la península de O Grove con el continente y es punto de parada de numerosas aves en sus rutas migratorias. Esta playa, conserva el carácter mágico q
ue le da el estar relacionada con ancestrales ritos de fertilidad. A la ermita de la Virxen da Lanzada (s XII), acuden cada año en agosto miles de romeros a quitarse o "meigallo" (mal de ojo) barriendo por debajo del altar o, siguiendo otra de las tradiciones ligadas al santuario, dejando limosna tras barrer tres veces por detrás del altar, pues la creencia popular afirma que quien deposita dinero se garantiza volver al santuario el próximo agosto, un amuleto que los marineros se encargan de renovar cada año. Pero la tradición más conocida es la de las nueve olas, que cuenta que la mujer que desee quedarse embarazada deberá tumbarse en la cuna santa, una roca erosionada en forma de cama, dejar allí una ofrenda de flores y cabellos y después entrar en el agua hasta la altura del vientre, en una de las dos playas contiguas a la ermita, y recibir alrededor de la medianoche el romper de nueve olas consecutivas; ritual que debe realizarse entre la víspera de San Juan y la fiesta de la Virgen de la Lanzada que se celebra el último fin de semana de agosto. Aún en la actualidad decenas de mujeres cumplen con fe este mágico rito.Próximos a La Lanzada, están Portonovo, puerto pesquero donde
se puede tomar en alguno de sus muchos bares, recomiendo, al lado del puerto, O Buraco, una riquísima caldeirada de raya, y Sanxenxo, la población más turística de Galicia, apodada la Marbella gallega, su principal atractivo son las playas y su puerto deportivo dotado de 400 puntos de amarre. Tiene una abundante oferta hotelera y de restauración, los precios hay que decirlo no suelen ser baratos.La última parada es Combarro, para llegar allí seguimos la carretera de la costa en dirección Pontevedra. Combarro es un pequeño pueblo marinero, bonito ejemplo de la arquitectura popular gallega y famoso por sus más de 30 horreos que se alinean frente al mar que y forman un conjunto histórico artístico de gran interés, está considerado como uno de los pueblos mejor conservados de Galicia y es de los que no se debe dejar de visitar si nos acercamos a las Rías Baixas.
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